La competencia entre Lockheed Martin —fabricante del F-35— y Boeing se intensifica con respecto a quién suministrará a la Marina estadounidense su futura flota de aeronaves.
Según la empresa, el nuevo modelo de la aeronave F/A-18 Super Hornet supera a sus versiones anteriores en multitud de aspectos. Los nuevos aparatos pueden recibir más combustible y albergan espacio extra para la carga. Los cazas cuentan, además, con nuevos sensores capaces de identificar los furtivos J-20 de China y el PAK-FA ruso, aseguró Boeing.
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"La compañía [Boeing] cree que existe una 'aceptación general' entre los oficiales de aprovisionamiento para comprar varios cientos de F/A-18 Super Hornet para las divisiones aéreas, en lugar de los Lockheed F-35C", aseguró Dan Gillian, uno de los vicepresidentes de Boeing, citado por DefenseNews.
La idea de iniciar una competencia entre Lockheed y Boeing tomó fuerza tras un tuit del presidente de EEUU, Donald Trump, en diciembre de 2016. El mandatario estadounidense, entonces electo pero todavía no investido, escribió que, debido a los "tremendos gastos y los sobrecostes", estaba considerando adquirir Super Hornets en lugar de aviones F-35.
Based on the tremendous cost and cost overruns of the Lockheed Martin F-35, I have asked Boeing to price-out a comparable F-18 Super Hornet!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de dezembro de 2016
El caza polivalente de quinta generación F-35 ha sido considerado por muchos expertos un fracaso de las Fuerzas Armadas de EEUU. La razón es su alto precio, que ronda los 1,4 billones de dólares, además de sus numerosas deficiencias críticas de rendimiento y problemas de mantenimiento.