"El salivazo representa una ofensa moral, pero no fue premeditado", remarcó en el Consejo el diputado Julio Delgado (Partido Socialista de Brasil), en declaraciones recogidas por el portal de noticias G1.
El episodio se remonta al año pasado, cuando Wyllys escupió a Bolsonaro tras votar contra el juicio político a la presidenta Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores, quien finalmente fue destituida en agosto.
Pocos minutos antes, Bolsonaro había votado a favor del "impeachment" contra la presidenta y había dedicado su voto al coronel Carlos Brilhante Ustra, un notorio torturador de la dictadura militar (1964-1985).
Este acto de Bolsonaro despertó duras críticas, ya que Rousseff padeció torturas como presa política de aquel régimen.
Para justificar el salivazo, Wyllys remarcó que fue previamente insultado por Bolsonaro.
Wyllys y Bolsonaro mantienen posiciones políticas opuestas y este episodio no es la única desavenencia entre ambos.
El diputado izquierdista es además abiertamente homosexual y ha dedicado su trabajo a la defensa de las minorías, mientras Bolsonaro representa el ala más conservadora del parlamento.
Los dos suelen mantener fuertes enfrentamientos verbales.