"Me siento mucho más expuesto ahora", dijo Wyllys, de 42 años, en una entrevista con Sputnik. El diputado federal del joven Partido Socialismo y Libertad (PSOL) cumple su segundo mandato en la Cámara y ha sido objeto de innumerables ataques dentro y fuera del Parlamento. Se convirtió en un referente de los Derechos Humanos por su actuación política en pro de las minorías y fue tres veces reconocido como el mejor diputado por los lectores de un portal de noticias legislativas.
"Tengo una amplia gama de proyectos, pero mucha gente solo me asocia a los temas LGBT [Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales]", lamentó. Dicha vinculación tiene un motivo. Wyllys asumió públicamente su homosexualidad cuando todavía era vigilado por las cámaras de Gran Hermano.
"Mi participación en el programa puso el tema en el debate público", contó. Pasaron cuatro años hasta que el entonces profesor universitario de Comunicación capitalizara su popularidad en la política. Fue electo sin dificultades en el primer intento y después resultó ser uno de los representantes más votados en la reelección.
Tanta popularidad también genera enemigos. El más emblemático es el polémico diputado Jair Bolsonaro, con quien intercambió alguna escupida en la histórica sesión parlamentaria que dio inicio al proceso de destitución de la entonces presidenta, Dilma Rousseff. El episodio se viralizó en internet.
Bolsonaro se ha convertido en un símbolo de la extrema derecha brasileña y ha sido apodado como el Donald Trump de Brasil, en alusión a su semejanza en las formas y los contenidos de algunas declaraciones del candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos. Sus admiradores no descansan en las críticas a Wyllys. En las redes sociales circula un sinfín de vídeos y memes sobre el diputado de izquierda, quien parece haberse acostumbrado a los ataques. "Dicen muchas mentiras. La más bizarra fue difundir que yo había presentado un proyecto de ley para cambiar la Biblia", recordó entre risas.
Mientras se tramitaba en el Congreso el 'impeachment' de Rousseff, otro rumor compartido por los detractores de Wyllys se volvió viral en las redes sociales. Un meme con un montaje fotográfico del diputado decía que él dejaría el país si la presidenta era destituida, algo considerado como una razón más para apoyar el juicio político a la entonces mandataria.
Aunque parezca acostumbrado a los ataques, Wyllys demuestra preocupación ante un escenario donde se multiplican las "calumnias". También lamenta que en su batalla diaria en la suerte de 'reality show' en el que vive ahora, transmitido en vivo por el canal institucional del Parlamento, su propio partido no se haya posicionado oficialmente para defenderlo, como en los constantes cruces con Bolsonaro. "También hay homofobia en la izquierda", aseveró.