El F-22 y el T-50 comparten muchas características reseñables: ambos pueden desplazarse a una velocidad supersónica sin usar postquemadores —más de 1,5 veces la velocidad del sonido—. El Raptor es un poco más rápido que el PAK FA. Ambos pueden operar a una altura de hasta 20.000 m, a más altitud que el nuevo F-35 Lightning.
El Sukhoi PAK FA usa chorros tridimensionales de empuje vectorial: sus toberas del motor pueden inclinarse de manera independiente en cualquier dirección para asistirlo en las maniobras. Estos chorros le permiten ángulos de ataque muy altos, es decir, cuando el morro del caza está orientado en una dirección diferente a la del vector de la aeronave general.
El Raptor usa chorros bidimensionales de empuje vectorial que solo pueden subir y bajar al unísono. En agilidad, el Sukhoi PAK FA es superior.
El F-22 puede llevar seis AIM-120 en sus compartimientos internos, mientras que el PAK FA se limita a cuatro. Esto le da una ventaja modesta, ya que futuros enfrentamientos aéreos probablemente involucrarán a una gran cantidad de misiles volando hacia adelante y hacia atrás.
El F-22 y el PAK-FA tienen radares electrónicamente escaneados activos (AESA, por sus siglas en inglés). O mejor dicho, los tendrán una vez que el radar N036 Byelka AESA complete su desarrollo. Los radares de este tipo son más furtivos, resistentes a las interferencias, y cuentan con mayor fidelidad. El F-22 y el PAK FA podrán detectarse mutuamente a una proximidad de 50 kilómetros.
Sin embargo, Sebastien Roblin destaca que el T-50 está en fase de desarrollo y sus capacidades finales no han sido perfiladas del todo. Además, su producción resulta cada vez más y más cara y la cantidad de unidades fabricadas no está definida.