"Hay una fuerte tradición británica de defender los derechos humanos allí (Arabia Saudí) y hay una fuerte tradición británica de defender allí los intereses nacionales de Reino Unido", declaró a la cadena de televisión Sky.
May recaló el día anterior en Jordania en un viaje de tres días por Oriente Medio enfocado a reforzar los lazos comerciales y en seguridad.
Entre los miembros de la delegación británica se ha destacado la presencia de Xabier Rolet, consejero delegado de la Bolsa de Londres (LSE, en sus siglas en inglés).
Su inclusión en la comitiva desplazada a Riad estaría conectada con el proyectado lanzamiento a bolsa del 5% del capital de Saudi Aramco, la mayor compañía estatal de petróleo del mundo.
Pero el viaje se desarrolla sobre el marco de la guerra en Yemen, donde Arabia Saudí ha lanzado bombas de racimo adquiridas hace tiempo a Reino Unido y zonas civiles han estado en los objetivos de la campaña aliada, según investigaciones de Amnistía Internacional y otras ONG.
"La primera ministra debería poner los derechos humanos y la ley internacional en el centro de sus encuentros con el gobierno de Arabia Saudí", protestó el líder laborista Jeremy Corbyn.
Desde entonces, 10.000 personas han muerto en Yemen a consecuencia de la guerra y unos 17 millones no tienen acceso permanente a alimentos y requieren asistencia humanitaria, según datos de la ONU.