La Casa Blanca ya propone aceptar el hecho de que el presidente sirio, Bashar Asad, sea el líder político del país árabe y dice que su destino debe estar determinado por el pueblo de Siria, según declaró recientemente el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer.
Kuraim subraya que Moscú apoya la soberanía siria y la autoridad de Asad. Esto hace casi imposible el plan de Washington de dividir el país y derrocar al Gobierno, indica.
Estados Unidos cambió su postura sobre esta cuestión no por su propia voluntad, sino por las condiciones actuales, es decir por la presencia permanente de las tropas rusas en Siria protegiendo al país árabe, dijo el entrevistado.
La cuestión de quién es el presidente "está por encima de eventos o negociaciones", dado que se trata de la soberanía nacional siria, opina el miembro del partido Baaz, Halaf Miftah.
Añadió que las tentativas de derrocar a Asad fracasaron a causa de la posición del pueblo sirio y las victorias del Ejército en la guerra civil gracias al apoyo de los militares rusos.
A juicio de Miftah, la reciente decisión de Washington es un regreso a la posición lógica que aprobaron potencias como Rusia y China, o sea, reconocer la legitimidad de Asad como dirigente de Siria, la inviolabilidad de la soberanía siria y la no injerencia en los asuntos internos del país árabe.
Verdaderas metas de Washington en Siria
Asimismo, Washington tiene interés en establecer su control sobre yacimientos de gas sirio, señaló el republicano.
El político concluyó que la base de la guerra siria está en razones económicas.
El cambio de postura de los países de Europa también es de esperar, porque la crisis siria en su forma actual no forma parte de su agenda y causa estragos a los intereses del viejo continente en la región.
Kuraim destacó que la estabilización de la situación en Oriente Medio contribuirá al desarrollo de la cooperación económica entre los países europeos y árabes. Hay que recordar que el conflicto en Siria es una carga para la economía de Europa, aseguró.