"Bolivia lamenta que un país amigo asuma de manera golpista la presidencia del Consejo Permanente de la OEA; este es un organismo multilateral y lo que se ha hecho es vulnerar toda la normativa de la organización", dijo el embajador boliviano, Diego Pary, a quien correspondía presidir el cuerpo.
Sin embargo, Pary suspendió más temprano la convocatoria de la sesión y, luego de reuniones en el transcurso de la tarde, más de 20 países resolvieron realizar la sesión de todas maneras, bajo la presidencia de Honduras.
Las representaciones de Venezuela y de Nicaragua se adhirieron a la denuncia de Bolivia y aseguraron que todo lo actuado en esta sesión era ilegal e inexistente.
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El fondo del encuentro es discutir la situación política de Venezuela.
