Dicho contrato, por valor de 1.044 millones de pesos (unos 358.000 dólares), fue suscrito en julio de 2010 y tenía como objeto la "transmisión de cuñas radiales, menciones en televisión y exhibición de vallas publicitarias" con el fin de posicionar a Odebrecht y mostrarle al país los beneficios que la firma ofrecía.
Prieto rindió declaración ante la Fiscalía el jueves y ante los medios de prensa dijo que tenía la "tranquilidad espiritual" de haber obrado bien, en medio de un escándalo en el que la Justicia colombiana busca establecer los supuestos vínculos comerciales entre Prieto y Odebrecht.
Además, Prieto admitió haberse reunido en varias ocasiones con Luis Fernando Andrade, director de la estatal Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para "asesorarlo de buena fe".
Sin embargo, la Fiscalía duda de esa versión, ya que considera que como gerente de campaña Prieto no tenía ningún motivo para reunirse con Andrade, salvo intermediar por Odebrecht para que le fueran adjudicados millonarios contratos en obras públicas, lo cual efectivamente sucedió.
Como si ello no bastara, las autoridades han logrado determinar los beneficios que obtuvo la compañía de Prieto y su familia, Marketmedios, luego de que Santos ganó las elecciones en 2010.
Adicional a eso, entre 2014 y 2016 Marketmedios fue favorecida con convenios adjudicados directamente por el Estado con contratos con adiciones que superan los $2.500 millones de pesos (unos 850.000 dólares).
El escándalo de corrupción de Odebrecht en Colombia cada vez cobra mayores dimensiones, ya que luego de que se le vinculó con el pago de millonarios sobornos para hacerse con obras de infraestructura ahora también se le relaciona con financiación a campañas presidenciales.
Según la ley colombiana las contribuciones provenientes del extranjero están prohibidas en las campañas electorales colombianas, lo cual fue desatendido por Odebrecht y la campaña presidencial de Santos, así como también por la de su contendor en 2014, el derechista y opositor Óscar Iván Zuluaga.