"Le he pedido al ministro del Interior que le pregunte al Consejo Nacional Electoral si en la campaña del 2010 todas las cuentas ya están caducadas y si se puede levantar esa caducidad", dijo Santos, según un registro de audio difundido por la Presidencia de Colombia.
El escándalo se desató a raíz de que el martes, el exjefe de campaña de Santos en 2010, Roberto Prieto, admitió en una entrevista que Odebrecht giró 400.000 dólares para la impresión de dos millones de afiches (carteles) promocionales del entonces candidato.
Según la ley colombiana, las contribuciones de empresas privadas nacionales y firmas extranjeras están prohibidas en las campañas electorales del país.
Tras conocerse las declaraciones de Prieto, el propio presidente Santos señaló en un vídeo subido en su cuenta de Twitter que se acababa "de enterar" del ingreso de los 400.000 dólares para la impresión de los afiches, y pidió a los involucrados que aclaren a la mayor brevedad la situación.
Sin embargo, son pocos quienes creen que Santos desconociera esa financiación, por lo que varios sectores pidieron el miércoles, más temprano, que renunciara a la prescripción de los presuntos delitos que se habrían cometido en su campaña.
"El doctor Santiago Rojas me renunció por el lío este de los afiches en la campaña del 2010, pero el doctor Santiago Rojas no tiene ninguna responsabilidad; yo creo en su integridad y yo no le voy a aceptar esa renuncia", señaló Santos.
El presidente ha defendido que su Gobierno no ha recibido dinero de Odebrecht y que todos los miembros de su gabinete son "impolutos".
No obstante, según testimonios dados a la Fiscalía por un exsenador relacionado con millonarios pagos de sobornos por parte de Odebrecht, incluso la campaña reeleccionista de Santos en 2014 habría sido financiada por la multinacional con al menos un millón de dólares.