Las Fuerzas Armadas del país eslavo están llevando a la práctica el concepto del desarrollo y el uso de sistemas robóticos de combate. Se prevé que la transición termine en el año 2025. Según el documento, la proporción de estos complejos en la estructura general de armamento y maquinaria militar rusa debe alcanzar el 30 % y abarcar las áreas marítima, terrestre y aérea.
La industria de defensa está lista para estos cambios y tiene previsto aprovisionar con robots modernos todo tipo de tropas.

Por ejemplo, para las subdivisiones terrestres, las unidades costeras de la Marina de Guerra, los paracaidistas y las tropas de misiles estratégicos se han desarrollado complejos Vijr inspirados en el BMP-3 —vehículo de combate de infantería—. Los Vijr están equipados con módulos de combate de control remoto, potencia de fuego aumentada, sistemas de comunicación modernizados, así como vehículos aéreos no tripulados.
De hecho, es todo un entramado de robots que puede ser controlado de forma semiautomática a una distancia de hasta un kilómetro. Los Vijr están equipados con cañones de tiro rápido de 30 mm y 57 mm, una ametralladora de 7,62 mm y un lanzagranadas automático AGS-17. El vehículo tiene una autonomía de 600 kilómetros y es capaz de alcanzar una velocidad de 60 km/h.

Otro desarrollo prometedor es el dron de reconocimiento, lanzado desde un recipiente similar a un lanzagranadas de mano. La preparación del nuevo dron requiere de cinco segundos a tres minutos, de acuerdo con su programa de vuelo. Puede permanecer en el aire durante un máximo de dos horas y transmitir vídeo en tiempo real desde una altura de cuatro kilómetros a la pantalla del operador. Una vez finalizada la misión, regresa solo a su base.
A finales del año pasado terminaron los ensayos del barco no tripulado, que, sin duda, despertará el interés del comando de la Armada de Rusia. Está diseñado para llevar a cabo misiones de reconocimiento en líneas de minas, detección de nadadores militares, submarinos y operaciones de rescate en el mar. Los desarrolladores equiparon el barco con una cámara de vídeo con un sistema hidroestabilizador de radar, un localizador y un cuadricóptero. El alcance del barco es de hasta 30 kilómetros, y puede ser controlado de forma remota.

Para las Tropas de Misiles de Designación Estratégica, los ingenieros diseñaron un robot-guardia, capaz de solucionar una gran variedad de problemas sobre la marcha, además del despliegue de sistemas de misiles terrestres móviles. En particular, puede llevar a cabo labores de reconocimiento en su ruta, detectar y destruir de forma rápida emboscadas y objetivos móviles del enemigo, proporcionar apoyo de fuego a sus divisiones y patrullar los lugares de despliegue temporal de los complejos nucleares estratégicos.
Otra ventaja del robot-guardia para las Tropas de Misiles de Designación Estratégica es su capacidad de realizar operaciones de combate en la oscuridad. El complejo está equipado con estaciones de reconocimiento electro-ópticas y de radar. También incluye herramientas de blindado diferenciado del chasis y una plataforma de armas. En otras palabras, será un robot muy difícil de destruir.
Al margen de los desarrollos para las fuerzas de seguridad rusas, los diseñadores crean versiones de los sistemas robóticos militares para la exportación.