En opinión de los republicanos más conservadores que se opusieron al nuevo proyecto, más bien pretendía enmendar el Obamacare en vez derogarlo, algo en que habían insistido numerosos miembros del 'Viejo Gran Partido' durante la campaña electoral del 2016.
"Lo mejor que podemos hacer políticamente es dejar que Obamacare reviente", dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. "Está reventando ahora mismo", añadió.
El mandatario estadounidense afirmó que es cuestión de un futuro "no tan lejano": "No creo que pase mucho tiempo", dijo.
Ahora, Trump se propone enfocarse en la reforma del sistema tributario.
Sin embargo, según el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, la vigencia del Obamacare obstaculizará la reforma fiscal, "pero no la hará del todo imposible", constató el legislador republicano en rueda de prensa.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso publicado hace dos semanas estimó que de anularse el Obamacare, unos 14 millones de estadounidenses se quedarían sin cobertura de salud en 2018.
Quienes en el Gobierno están a favor del nuevo sistema de salud aseguran que el Obamacare es insostenible en el largo plazo, ya que impone una carga económica muy fuerte sobre negocios y particulares, al tiempo que reduce la libertad de elección de los usuarios del sistema de salud.