"Mientras Puerto Rico reestructura su deuda e intenta prevenir la austeridad, la isla necesita acceso igual al financiamiento para los servicios médicos", dijo Le Compte a El Nuevo Día.
La enmienda fue presentada por la delegada de Samoa Americana, Amata Radewagen, y la comisionada residente en Washington por Puerto Rico, Jennifer González.
Según el diario puertorriqueño, se apruebe o no la nueva ley de salud, el sistema sanitario de la isla "se encamina hacia un abismo fiscal de 1.200 millones de dólares anuales", ya que agotó los fondos previstos del programa de salud estadounidense, conocido como Medicaid.
Puerto Rico enfrenta actualmente una crisis económica de grandes dimensiones, con una deuda pública que se estima en el entorno de los 70.000 millones de dólares.