La tubería con capacidad para transportar 20.000 millones de metros cúbicos de gas anuales conectará la isla rusa de Sajalín con la japonesa Hokkaido.
La reunión que el presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvo en diciembre de 2016 con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, dio un impulso al proyecto.
El Ministerio ruso de Energía espera en abril un informe de Gazprom sobre la viabilidad del gasoducto.
Desde la compañía rusa aseguraron a la edición que examinan "diversas opciones" para el gas de Sajalín.
JPDO cree que la tubería beneficia a ambas partes, indica el diario.
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Hideo Ogawa, presidente de JPDO, señaló que los estudios preliminares confirman los parámetros básicos del proyecto.
Los japoneses creen que es factible invertir hasta 6.200 millones de dólares en el tendido de la tubería que empezaría a operar en 2022.
Conforme a las estimaciones de los expertos nipones, producir 25.000 millones de metros cúbicos de gas licuado cuesta alrededor de 18.000 millones de dólares, mientras que el gasto para llevar el combustible por las tuberías sería muy bajo.
En 2015, Rusia exportó a Japón 6,5 millones de toneladas de gas natural licuado.