Considerado por el diario francés Libération como el invento más importante del siglo XX, el AK-47 ha luchado en prácticamente todas las guerras desde su creación en 1949. Ha constituido una revolución en el arte de la guerra. Mijaíl Kaláshnikov creó un fusil con la intención de que cualquier persona, sin tener un adiestramiento especial, pudiera manejarlo y defenderse. Y ha cumplido su misión con creces. Desde los pueblos africanos azotados por el colonialismo hasta en las junglas de Asia, todos deben su libertad a esta arma.
1. Características
— El AK-47 es un rifle de asalto con munición de 7,62x39 milímetros, con una cadencia de tiro elevada (600 disparos por minuto) y un alcance máximo de 800-1.000 metros. Su peso es de 4,3 kilogramos, por lo que es fácil de llevar.
— Tiene un diseño simple, sólido y muy sencillo de usar. De hecho, se puede emplear en condiciones de extremo calor y de frío intenso. Su extrema resistencia le permite incluso disparar con los conductos del arma llenos de agua y arena. A día de hoy, hay ejemplares de hace 50 años que siguen en funcionamiento.
— Es sencillo de montar y ensamblar. Cualquier persona con pocos conocimientos puede hacerlo en menos de 30 segundos.
— La combinación de durabilidad, facilidad de uso, fiabilidad y sencillez hace que su precio sea extremadamente reducido. Con datos del 2005, según el economista de Oxford Philip Killicoat, el precio medio del fusil se estimaba en 534 dólares.
El AK-47 ha luchado en numerosos conflictos pero hay tres donde dejó especial huella:
2. Guerra de Vietnam
En las duras condiciones climáticas de la jungla, con fuertes lluvias y una espesa vegetación, el tamaño y la resistencia del AK-47 lo hicieron prevalecer sobre el fusil de asalto de EEUU, el M16. Los soldados de EEUU, en muchas ocasiones, preferían usar el rifle de asalto ruso antes que el suyo propio.
3. Independencia de Mozambique
En el 2005, el Parlamento de Mozambique hizo una consulta para cambiar la bandera del país en aras de la reconciliación con miembros de grupos opositores que estaban en contra del símbolo del AK-47.
Pero el pueblo no quiso perder su símbolo de la lucha contra la opresión y el colonialismo y el proyecto no llegó a término.
4. La revolucion sandinista
La URSS apoyó a los sandinistas con artillería, lanzacohetes, alimentos y, sobre todo, con un arma ideal que puede adaptarse a cualquier terreno: el AK-47. El fusil es especialmente letal en las condiciones de combate que se vivían en Nicaragua en una lucha contraterrorista.
Arma barata, de diseño elegante y sobre todo fiable, el ideal de libertad del AK-47 encajaba perfectamente con la lucha llevada a cabo por los sandinistas.
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Así se refirió el escritor español Arturo Pérez Reverte al AK-47: "Esa arma barata y eficaz se convirtió en símbolo de libertad y de esperanza para los parias de la tierra; para quienes creían que sólo hay una forma de cambiar el mundo: pegándole fuego de punta a punta. En aquel tiempo, cuando estaba claro contra quién era preciso dispararlo, levantar en alto un AK-47 era alzar un desafío y una bandera. (…) El Kalashnikov, arma de los pobres y los oprimidos, quedó como símbolo del mundo que pudo ser y no fue".
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