"Imploro el perdón de Dios por los pecados y las faltas de la Iglesia y de sus miembros, sacerdotes y religiosos, que cedieron al odio y a la violencia, traicionando su misión evangélica", declara el texto.
En la reunión el papa expresó "su dolor, el de la Santa Sede y de la Iglesia por el genocidio contra los tutsi" y su solidaridad a las víctimas y a "quienes continúan sufriendo las consecuencias de aquellos trágicos sucesos".
El noviembre pasado la Iglesia católica de Ruanda ya pidió perdón públicamente por su rol en los sucesos de 1994, cuando el conflicto entre las tribus tutsi e hutu provocó el genocidio.
Según diferentes fuentes, durante 100 días fueron asesinados entre 800.000 y 1 millón de personas.