Deller empezó como una empresa diseñadora de mecanismos eléctricos y del software para manejarlos. La idea de crear una moto pertenece al ingeniero moscovita y aficionado motorista Vladímir Petrov, quien decidió crear un pequeño vehículo para su hijo.
Tras estudiar algunos de los componentes de fabricación china que planeaba usar para su proyecto, Petrov se dio cuenta de que "había que mejorarlos" y reunió a su propio equipo de entusiastas, repartidos a lo largo de la geografía nacional, para crear un controlador de motor eléctrico más eficaz que las ofertas existentes.
Las dos sedes de esta oficina de diseño a distancia —una en Moscú y otra en la región de Krasnodar, en el sur de Rusia— reunieron esfuerzos para crear el primer prototipo de una moto eléctrica rusa.
La primera de su clase
"La moto resultó capaz de transitar tanto por las calles de la ciudad como en los trayectos de carreras. Alcanza los 100 km/h en tan solo 3,6 segundos y es todo un rival para sus 'colegas' de combustible durante las carreras informales", cuenta Daniel Bashmakov, el cofundador y gerente de la empresa Deller.
La decisión de irrumpir en la industria de las motos eléctricas en Rusia no es una casualidad. La reciente caída de la moneda rusa hizo atractivas las exportaciones ya que el costo de producción es muy asequible.
"Ni hablar de que nuestro motor eléctrico resultó el más potente y el más barato en su clase de motos ligeras. Ya vamos patentando nuestras tecnologías. Tenemos 12 solicitudes para patentes en total, cinco de ellas relacionadas con el motor", comentó a Sputnik el gerente.
Tras estudiar la demanda, la empresa decidió empezar las ventas con tres modelos iniciales de las motos Deller: Sport, Urban y Sport Young.
Deller Urban es un vehículo para el uso en la ciudad que sacrifica una parte de su dinamismo para aumentar el confort y el desplazamiento que puede alcanzar con una sola recarga, que es de 150 kilómetros. Su velocidad máxima es de 140 km/h.
Deller Sport Young es una versión especial para los niños y adolescentes que buscan adentrarse en el motorismo. Goza de un motor menos potente y un dinamismo reducido, aunque sigue un vehículo deportivo en todo caso. Además, es el más barato de los tres —cuesta unos 3.500 dólares—.
"El mecanismo es muy sencillo y robusto. No tiene ni caja de transmisión, ni embrague, ni combustible (…) El motor eléctrico no requiere lubricantes. Básicamente no tiene piezas que puedan romperse", enumera Bashmakov las ventajas de la tecnología.
El motor está aislado de cualquier sustancia externa —como polvo, agua, arena— y se puede realizar su mantenimiento en casa.
La empresa no cesa también de diseñar otros modelos. Entre ellos destaca un futuro 'chopper' eléctrico de Deller.
La innovación rusa para el mundo
El rendimiento del motor de Deller se debe al sistema inteligente de gestión de corrientes eléctricas, que se realiza en tiempo real, así como a la optimización del diseño del mismo motor y del sistema magnético.
La empresa llevó a cabo un montón de ensayos para alcanzar el rendimiento óptimo. Bashmakov estima que el coeficiente de trabajo útil de su sistema se acerca a unos 95%.
"La planta motriz y el 'software' para su gestión ya están patentados", aclara el ingeniero, así que Deller está dispuesto a cooperar con los socios de diferentes países.
De hecho, las motos rusas fueron ideadas para el mercado internacional.
En muchos países el transporte eléctrico gana cada vez más terreno. El proceso está acompañado de la creación de la infraestructura necesaria para el desarrollo de estos vehículos, como las estaciones de recarga. Otro aspecto importante es que las motos eléctricas evocan un gran interés en ciertos países, y el mercado crece cada año.
En Rusia esos procesos todavía no alcanzan un dinamismo semejante, se lamenta Bashmakov, así que las primeras ventas de las Deller se esperan en el extranjero.
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Aunque por el momento las motos a combustible siguen siendo más baratas, la ventaja de no requerir ningún mantenimiento es importante pare el consumidor masivo, asegura el gerente.
"Las motos son sencillas, confiables y ecológicas. Con el avance de las tecnologías —que no se detiene— en unos años van a hacerse aún más baratas y al mismo tiempo aumentarán sus capacidades", dice el interlocutor de Sputnik.
Dentro de cinco años las motos eléctricas ya representarán un serio desafío para las motos convencionales al superar el 50% de las ventas, opina el gerente. Así, para el inicio de la década de 2020, Deller quiere estar listo, el primer lote de 100 pedidos es un primer paso para irrumpir en este mercado en crecimiento.