Según los datos obtenidos por los expertos de la institución, alrededor del 70% de los 2.000 conductores encuestados en diciembre de 2016 declararon que los altos precios en el Reino Unido son la barrera principal para la adquisición de un coche eléctrico.
Además, pese a que el mantenimiento de un automóvil eléctrico resulta a menudo más económico que el de un coche tradicional, existen factores que disuaden a los potenciales clientes, como el alto costo del vehículo, las restricciones climáticas, así como el número insuficiente de estaciones de carga.
En lo que respecta al valor de la póliza de seguro, es casi 1.5 veces más costoso, lo que se debe al alto costo de reparación de los automóviles eléctricos, puesto que solo el 1% de todos los servicios de reparación tiene el certificado correspondiente.
Además, el deseo de adoptar este novedoso vehículo disminuye con la edad, ya que —en comparación con los conductores entre 18 y 24 años, de los cuales el 21% se pronunció por pagar más por la póliza de seguro del auto—, solo alcanzó el 9% entre las personas mayores de 55 años.
"El Gobierno ha reconocido la barrera más obvia para la adopción de los automóviles eléctricos, la que consiste en la infraestructura de recarga, y está adoptando medidas directas para resolver el problema. No obstante, tiene que reconocer también que este es el mayor cambio en la industria automotriz en más de 100 años, por lo cual existen más barreras que se deben afrontar", declaró Steve Nash, director general del IMI.