Según cree el articulista, Rusia y China podrían utilizar torpedos clásicos destinados para atacar blancos en superficie contra portaviones norteamericanos.
Asimismo, los misiles de crucero de alta precisión, que ya forman parte de los arsenales ruso y chino, representan una amenaza notable para las naves superpesadas estadounidenses. El autor cree que este tipo de armas priva a la 'víctima' de la posibilidad de realizar una acción evasiva.
Un impacto directo de un misil de crucero contra el casco del buque puede resultar en la pérdida completa de sus capacidades de combate, opina el experto.
El mayor peligro para los portaviones norteamericanos, prosigue, lo representan los misiles balísticos antibuque. Los sistemas antiaéreos móviles con los que están equipados los buques superpesados de EEUU no disponen del potencial necesario para aniquilar blancos que tienen trayectoria balística, destaca el artículo.
"Rusia y China no tienen que destruir portaviones estadounidenses para llevar esta especie a la extinción", considera el analista.
Solo bastaría desarrollar armas que harían "arriesgado e irrazonable" el uso de buques superpesados con fines militares.
Rusia por su parte ha reiterado en repetidas ocasiones que no representa una amenaza para nadie. Su única meta es defender su territorio y a su pueblo.