Sin embargo, esos anfibios suramericanos sí que poseen la capacidad óptica de percibir la fluorescencia de sus pares.
Se trata de un importante hallazgo respecto a la "comunicación visual" resultante de una investigación conjunta entre biólogos argentinos y brasileños.
"Cuando uno ve esta rana linda en la foto, así la está viendo porque la estamos iluminando con luz azul y ultravioleta. Nosotros espontáneamente no vemos estos bichos fluoresciendo por ahí. Pero tendemos a pensar, por lo que conocemos de las propiedades de los fotorreceptores de la retina en los anfibios, que ellos sí se ven así entre ellos. Posiblemente lo que está pasando es que existe toda una perspectiva visual para los individuos que están involucrados en esa comunicación y que nosotros no veníamos percibiendo", explicó a Sputnik Julián Faivovich, investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), de Argentina.
"A priori, nos detuvimos en la elucidación estructural del compuesto. Esos compuestos son fluorescentes y, como tales, potencialmente podrían tener aplicaciones, sobre todo a nivel de sondas fluorescentes para estudios biomédicos. Pero el trabajo de generar esta elucidación estructural es enorme en cantidad de horas y de cerebro humano dispuestos para este estudio. Una vez que estos compuestos son conocidos, lo natural sería que ahora se empiecen a estudiar más, para ver si constituyen alternativas interesantes a productos ya existentes o si presentan mejorías respecto a la emisión de fluorescencia", analizó.
Las ranitas de la especie 'Hypsiboas punctatus' se encuentran a lo largo de América del Sur, desde la región centro oeste de Argentina hasta Colombia y Venezuela.