"Las empresas de transporte anuncian suspensión de transporte en Arauca (en límites con Venezuela) por incendios de buses por parte del ELN", escribió Restrepo en Twitter, y agregó que "hechos censurables como estos, así como voladuras del oleoducto, no forzarán un cese al fuego precipitado como pretende ELN".
Las empresas de transporte anuncian suspensión de transporte en Arauca por incendios de buses por parte del ELN…..
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 16 de marzo de 2017
Hechos censurables como estos, así como voladuras del oleoducto, no forzarán un cese al fuego precipitado como pretende ELN.
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 16 de marzo de 2017
Justo esta semana, el oleoducto Caño Limón Coveñas (oriente), propiedad de la estatal petrolera Ecopetrol, cumplió cerca de 30 días de parálisis debido a varias afectaciones en sus tramos por atentados cometidos por el Ejército de Liberación Nacional (ELN, última guerrilla activa del país).
"La intensificación del terrorismo ni amedrenta la mesa de Quito ni facilita un pronto cese al fuego y de hostilidades como sería deseable", escribió Restrepo.
La intensificación del terrorismo ni amedrenta la mesa de Quito, ni facilita un pronto cese al fuego y de hostilidades como sería deseable.
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 16 de marzo de 2017
Asimismo, agregó que "al cese al fuego y de hostilidades se llegará cuando ELN comprenda que es desescalando el conflicto y respetando población civil".
Al cese al fuego y de hostilidades se llegará cuando ELN comprenda que es desescalando el conflicto y respetando población civil.
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 16 de marzo de 2017
Desde el pasado 8 de febrero los delegados de paz del Gobierno y del ELN mantienen diálogos públicos de paz en Quito (Ecuador), en el marco de los cuales ese grupo rebelde ha llevado acabo varios atentados, uno de los cuales se cobró la vida de un agente de la policía el pasado febrero en Bogotá.
El conflicto armado colombiano, que ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes del Estado y grupos narcotraficantes por más de medio siglo, es el más antiguo del continente y ha dejado unos ocho millones de víctimas, así como 300.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados, según reportes oficiales.