"Evidentemente es un movimiento a escala nacional porque el 80% de los sindicatos que forman parte de la Fenaspen se sumaron a la huelga", dijo Anunciação en declaraciones a Sputnik.
"Este proyecto nos concederá el estatus de Policía en las cárceles y así podremos luchar de alguna manera contra los grupos criminales que se forman en las cárceles brasileñas y aterrorizan a la sociedad incendiando autobuses, atracando y matando en las cárceles", indicó.
Anunciação aseguró que se trata de un "movimiento pacífico" y que la huelga transcurre en el "marco de la Ley".
"Al principio estábamos preocupados por el cese del trabajo, pero vemos que todo está tranquilo y también permanece tranquila la situación en las cárceles de Brasil", dijo el presidente de la Fenaspen.
"Es que las cárceles del país están rebasadas en su capacidad y el número de los empleados es muy pequeño con relación al de los reclusos, pero hoy estamos alerta y controlamos la situación", aseveró Anunciação.
A su vez, el vicepresidente del Sindicato de Servidores del Sistema Penal del Estado de Río de Janeiro (SSSP-RJ), João Raimundo Nascimento, negó que exista riesgo de motines.
"No existe tal riesgo porque los propios reclusos se solidarizaron con nuestras demandas y este miércoles ni siquiera abandonaron sus celdas", subrayó el sindicalista.