"El derecho a la reivindicación no puede convertir al pueblo brasileño en rehén. El Estado de Derecho no permite este tipo de comportamiento inaceptable", expresó Temer en un comunicado oficial.
Temer también exigió que los huelguistas vuelvan al trabajo, tal como determinó la Justicia [que hace días declaró la protesta ilegal] y que las negociaciones transcurran "dentro del más absoluto respeto a la ley y el orden".
Añadió que deben respetarse los derechos y garantías del pueblo, "que paga los salarios de los funcionarios públicos, sean civiles o militares".
"El gobierno actuará de la misma forma siempre que sea necesario, en todo los lugares donde sea necesario", subrayó, en alusión al envío de las tropas del Ejército.
Este fue el primer pronunciamiento público de Temer sobre la huelga, desde que se inició la crisis de seguridad el pasado sábado.