Desmintió de este modo la información del diario ruso Komersant, que había publicado más temprano, citando a fuentes propias, que la investigación técnica del accidente apunta a que la aeronave se estrelló debido a la desorientación del piloto mientras este realizaba un descenso controlado sobre el agua en vez de continuar el ascenso.
"Creo que lo que fue publicado hoy (lunes) se basa más bien en conjeturas, los investigadores por ahora no han llegado a ninguna conclusión", explicó.
Según Fridinski, si se supieran las causas del siniestro se habría podido terminar la investigación, pero este no es el caso.
El 25 de diciembre de 2016, un Tu-154 del Ministerio de Defensa ruso que partió de Moscú con destino a Latakia, Siria, cayó en el mar Negro poco después de despegar del aeropuerto de Sochi donde hizo una escala para repostar.
A bordo de la aeronave se encontraban ocho tripulantes y 84 pasajeros, entre ellos 64 integrantes del Conjunto de Canto y Danza Alexándrov del Ejército ruso que se dirigían a Siria para dar un concierto en la base de Hmeymim, así como ocho militares, nueve periodistas y la famosa activista humanitaria Elizaveta Glinka.