Asimismo, se reunió con el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de DDHH, Paulo Abrão, en el marco del período de sesiones del organismo continental.
"El objetivo de los encuentros fue compartir con los altos funcionarios las preocupaciones del Gobierno de México con relación a la posible implementación de las órdenes ejecutivas y memorando del Gobierno de los Estados Unidos sobre migración y refugio", dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
En especial, los diplomáticos examinaron los temas de "la seguridad fronteriza relacionados con nuestro país, y cuya aplicación podría llegar a constituir tratos discriminatorios y atentar en contra de los derechos y libertades fundamentales de nuestros connacionales".
De Alba reconoció el derecho soberano de todos los Estados de diseñar sus propias políticas migratorias, sin embargo "subrayó que estas deben estar de acuerdo con el marco legal internacional".
Además, esas acciones de derecho soberano de EEUU "deben respetar plenamente los derechos humanos de las personas migrantes, con independencia de su estatus migratorio".
De Alba dijo que el Gobierno mexicano se encuentra "recurriendo a todas las instancias regionales e internacionales para asegurar una defensa integral de los derechos humanos de nuestros connacionales".
Con estas acciones diplomáticas, el Gobierno de Enrique Peña Nieto reiteró su "compromiso con la promoción y protección efectivas de los derechos humanos de los nacionales mexicanos en el exterior, así como de las personas migrantes, no solo fuera de México, sino también en nuestro país", puntualiza el reporte oficial.