"El Consejo de Derechos Humanos necesita una reforma considerable para que sigamos participando", dice la carta, divulgada por la revista Foreign Policy.
De momento, según Tillerson, EEUU seguirá participando de la actual sesión ordinaria del órgano con sede en Ginebra "para reiterar nuestra firme y fundamentada objeción" a la "parcializada agenda" del Consejo contra Israel.
El Consejo resolvió el año pasado solicitar al alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, armar una base de datos con las empresas que hacen negocios en los asentamientos judíos en territorios palestinos ocupados.
El Consejo suele ser criticado por su membresía, pues entre sus 47 estados miembros, todos parte de la ONU, hay naciones con cuestionadas políticas de derechos humanos, como Arabia Saudita.