"Lograremos terminar el trabajo este año si avanzamos al mismo ritmo y no se produce ningún retraso", dijo el jefe de la comisión rusa para el desarme químico, Mijaíl Bábich.
El Estado, precisó el funcionario, ha gastado más de 330.000 millones de rublos (unos 5.500 millones de dólares) en este programa.
"Otros 12.000 millones de rublos se invirtieron en infraestructuras sociales en las regiones donde están ubicadas las plantas como escuelas, hospitales, carreteras, polideportivos y otros", subrayó.
Las instalaciones, indicó, están al servicio de la gente que trabaja en las plantas.
Bábich puntualizó que actualmente la comisión se encuentra en una etapa muy importante.
"Estamos eliminando las consecuencias del proceso de destrucción de las armas químicas para ofrecer las plantas a potenciales inversores", remarcó.
Albania, Estados Unidos, India, Libia y Rusia declararon que poseen arsenales propios de armas químicas.
Mientras que Canadá, China, Eslovenia, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido desvelaron que guardaban cierta cantidad de agentes tóxicos de procedencia extranjera desde la época de la Segunda Guerra Mundial.
Rusia declaró 40.000 toneladas de sustancias y se comprometió a eliminarlas para el 31 de diciembre de 2018.
EEUU, por su parte, afirmó que tenía 31.500 toneladas de agentes tóxicos y prometió destruir su arsenal químico hacia 2023.