En su reforma, los parlamentarios proponen ampliar la lista de criterios para determinar a quién se considera rusohablantes —una categoría que permite obtener la ciudadanía rusa de una forma más sencilla—.
Esta categoría engloba no solo a las personas que anteriormente residían de forma permanente en el territorio del antiguo Imperio ruso o de la URSS, sino que también incluye a los nacidos en estos territorios o los que tienen familiares o ascendientes directos nacidos en esas zonas. Todas estas personas tendrán derecho a disfrutar de unas condiciones favorables para la obtención de la ciudadanía rusa.
Además, se prevé cancelar un requisito existente hasta ahora según el cual los solicitantes debían presentar un documento que demostrara su renuncia a la ciudadanía de un segundo Estado —en caso de tenerla—. Este requisito hacía que "los trámites para obtener la ciudadanía rusa se vean condicionados por las ganas de colaborar de las autoridades extranjeras".
Esta condición ha provocado que, en 2016, solo 24 del millar de ucranianos que ha solicitado la ciudadanía rusa hayan podido obtenerla, según datos del Ministerio del Interior.