"Vamos a proteger sus derechos e intereses en cualquier parte del mundo, protegerlos de discriminación y vejación por parte de las autoridades u organizaciones locales", dijo durante un foro, celebrado por iniciativa de la fundación Russki mir que une a los rusos que residen en el extranjero.
El primer ministro precisó que Rusia realizará esta tarea para ayudar a las madres que no pueden recoger a sus hijos de otros países, los cambios forzados de las escuelas rusas a enseñanza en otros idiomas y asistir a los ciudadanos que fueron condenados injustamente en el extranjero.
Estos problemas se atienden por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la agencia federal de cooperación internacional (Rossotrudnichestvo) y una comisión gubernamental especial para los asuntos de los nacionales, informó el alto funcionario.
Medvédev también instó a todas las organizaciones a actuar como una fuerza común para ayudar a los ciudadanos rusos.