La mañana de 11 de marzo dos artefactos explosivos estallaron cuando los peregrinos iraquíes chiíes bajaban de los autobuses frente a un cementerio que alberga tumbas sagradas.
"Con estos crímenes contra la humanidad los terroristas y sus patrocinadores intentan torpedear el proceso de paz en Siria y el alto el fuego", dijo el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Bahram Ghasemi, citado por la televisión libanesa.
Según las cifras oficiales, las explosiones dejaron 40 muertos y más de 120 heridos, muchos de ellos en estado crítico.
Los médicos temen que el número de fallecidos pueda aumentar.
Por el momento ningún grupo extremista que actúa en Siria ha reivindicado los ataques que se producen a tres días de la apertura de la tercera ronda de las consultas entre la oposición y Damasco en la capital kazaja.
Más aquí: La ONU condena el doble atentado terrorista en Damasco