El primero en realizar un ataque duro contra las ONG financiadas por el magnate estadounidense de procedencia húngara, fue justamente Budapest. El primer ministro magiar, Viktor Orbán, criticó duramente las actividades de Soros y sus ONG "Open Society Foundations" tachándolas de fachada para "los pagados activistas políticos". Orbán mandó a registrar a las ONG y obligar a esas organizaciones a revelar los detalles de su financiación.
El partido polaco "Derecho y justicia", añade Svetlana Kalmikova, ha avanzado aún más en este proceso al revelar que las actividades de las ONG "allanaron el terreno para [el flujo de] los refugiados".
En cuanto a EEUU, afirma Svetlana Kalmikova, es probable que la mayoría de las organizaciones que formaron parte de las recientes marchas anti-Trump en las calles de las ciudades norteamericanas también hayan recibido financiación del multimillonario George Soros.
"Quizás, algunos países se hayan apresurado en aprovechar la situación para echar a las ONG financiadas por EEUU", concluye Kalmikova.
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