Los datos aparecieron en el portal DCLeaks.com y arrojan luz sobre uno de los objetivos principales de la fundación: fomentar una opinión pública favorable a EEUU e intervenir en los procesos políticos que suceden en el mundo.
Europa
En Europa, el nombre de Soros se asocia mayoritariamente al inicio del ataque especulativo del 16 de septiembre de 1992 que provocó la abrupta caída de la libra esterlina. El episodio, conocido como el 'miércoles negro', supuso una pérdida para el Tesoro de su Majestad de £3.400 millones, mientras que el propio Soros obtuvo cerca de $1.500 millones en ganancias por la venta en corto de la moneda británica.
En particular, los informes presentados a Soros antes de las elecciones al Parlamento Europeo contenían una lista de 21 páginas de diversas ONG que recibieron financiación del magnate, con el fin de desacreditar a los movimientos "que entienden a Rusia" y a los que se oponen a la influencia de EEUU en el continente.
Como ejemplo, se destinaron $195.000 a alcanzar un resultado favorable para Ucrania en el referéndum que se celebró en los Países Bajos sobre la asociación del país eslavo con la comunidad Europea.
Los medios de comunicación europeos también son un punto de atención de la fundación. En tan solo uno de los documentos filtrados, se autoriza la financiación de 6 periódicos, 10 medios audiovisuales (TV y radio), 6 páginas web y unos 50 'líderes de opinión' en la redes sociales, centrados principalmente en cinco países —Alemania, Francia, España, Italia y Grecia—.
Entre ellos, Nicolás de Pedro, investigador principal del espacio postsoviético del Centro de Barcelona para las Relaciones Internacionales (CIDOB), cuyo nombre destaca en uno de los documentos por haber recibido $6.500 por elaborar un documento de algo más de 3.000 palabras.
Además, entre el año 2000 y el 2014, diferentes ONG y grupos políticos auspiciados por Soros participaron en toda la secuencia de las llamadas 'revoluciones de colores' que se produjeron en el espacio postsoviético, mediante las cuales, burlando el orden constitucional, llegaron al poder fuerzas abiertamente antirrusas y proestadounidenses, como en Georgia o Ucrania.
Respecto a esta última, en otro de los informes publicados, el autor subraya que había sido una labor bastante complicada convencer a algunos actores de la Unión Europea de que la 'revolución del Maidán' fue en realidad 'democrática' y el nuevo Gobierno de Kiev, 'legítimo'. En particular, se destaca a emergentes movimientos del sur de Europa, como el Movimiento 5 Estrellas en Italia, Podemos en España y Syriza en Grecia, que no estarían de acuerdo con la versión oficial de los hechos.
La 'Nueva Ucrania'
En la Ucrania actual, las organizaciones de Soros tienen una representatividad considerable. Se destinan cerca de medio millón de dólares anuales al patrocinio en ese país de medios antirrusos. La suma puede no parecer considerable si no se tiene en cuenta que, después de la crisis y la depreciación de la moneda nacional, un ciudadano ucraniano medio recibe hoy día un salario cuya suma anual no supera los $2.000.
La filtración revela además detalles del viaje que Soros realizó a Ucrania en marzo de 2014, justo después del cambio de poder que se produjo en el país.
"¿Cómo puede ser que personas que se hacen llamar la cúpula política de un país, sean recibidos por un extranjero en un hotel?", se pregunta el analista político Svyatoslav Knyazev.
Según Knyazev, de haberse descubierto un encuentro similar por parte de algún líder europeo, este comportaría su dimisión. Sin embargo, lamentablemente, en la política ucraniana los encuentros de este tipo son algo que se produce a menudo, afirma.
Rusia
Las actividades de organizaciones pertenecientes a George Soros fueron prohibidas en Rusia a finales de 2015, después de que la Fiscalía General encontrara que sus acciones contravenían el orden constitucional del país.
Sin embargo, diferentes ONG y medios rusos siguen recibiendo financiación de organizaciones asociadas a la Fundación, como las cadenas de televisión Dozhd y RBK, la radio Ekho Moskvy y el diario Novaya Gazeta. Aunque, al hablar de cantidades, hay que decir que según los datos filtrados Soros valora la actividad de los periodistas rusos mucho más que la de los ucranianos.