"Una de las particularidades de las Fuerzas Armadas de Chile es el alto grado de autonomía respecto del poder civil, que no tiene referente similar en Latinoamérica y convierten a la Defensa en una corporación", señaló.
En 2017 el Estado chileno destinará unos 2.393 millones de dólares en defensa, lo que equivale al 18% del presupuesto de Educación y al 36% del de Salud.
En 2016 los gastos en defensa representaron 1,9% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, monto que se definió a través de una ley de presupuesto aprobada en el Parlamento "en concordancia y acuerdo" con los altos mandos de las Fuerzas Armadas.
Según Tótoro, autor del libro 'La Cofradía Blindada' (1998), en el que develó el alto nivel de autonomía de las FFAA y dejó en evidencia la existencia de un Chile civil y otro militar, el financiamiento de la institución no solo proviene de la partida presupuestaria, ya que reciben fondos derivados de transacciones de propiedades fiscales "a modo de inmobiliaria" y de la llamada Ley Reservada del Cobre.
Cifras del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, según su sigla en inglés) indican que Chile tuvo en 2016 uno de los mayores gastos en defensa de la región en relación con su PIB: 1,9%, detrás de Colombia (3,5%) y Ecuador (2,7%).
Asimismo, el expendio militar representó 7,4% del gasto público y significó aproximadamente 256 dólares per cápita.
En el país, el 90% de la pensión de los militares retirados proviene de fondos públicos, y se traduce en jubilaciones cuatro a cinco veces mayores que las percibidas por un civil, que debe cotizar su previsión de manera particular.
En su opinión, las FFAA protegen de manera activa los intereses corporativos, amparados por el Parlamento y la clase política, que defiende a brazo partido la probidad de la institución.
Sin embargo, estas entidades se han visto envueltas en diversos casos de corrupción y fraudes financieros millonarios al interior de sus mismas estructuras.
"Son el hijo predilecto, y eso responde a un sesgo cultural del país, donde existe una cultura regimental, que vanagloria a sus Fuerzas Armadas y celebra los natalicios, muertes y batallas más paupérrimas como grandes triunfos nacionales", afirmó el escritor, nacido en la Unión Soviética en 1963 y autor de varios libros de ensayos y crónicas periodísticas.
Influencia de EEUU
Días atrás, el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que llevará a 54.000 millones de dólares el presupuesto de defensa, lo que supone un incremento del diez por ciento respecto a lo que estaba destinando Washington en este rubro.
Según informes desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia, EEUU inició una sostenida intervención en Chile desde la década de 1940 con el financiamiento a partidos políticos, operaciones encubiertas, y entrega de fondos a medios de comunicación y organizaciones empresariales y sindicales.
En el plano militar, se instaló durante el Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) una base militar en la comuna costera de Concón, región de Valparaíso (centro), que consiste en ocho edificios urbanos.
En 2016, ambos países suscribieron un acuerdo de cooperación en materia de defensa, para "avanzar hacia un mayor nivel de relacionamiento a través de la exploración y el desarrollo de proyectos de ciencia y tecnología en conjunto".
Según datos de la edición 2016 del Atlas Comparativo de la Defensa de América Latina y el Caribe de la Red de Seguridad y Defensa de América Latina, Chile tiene algo más de 67.000 efectivos en las FFAA.
El servicio militar en el país sudamericano tiene una duración de entre 12 y 14 meses y es actualmente obligatorio para los mayores de 18 años en caso de no completar los cupos con conscriptos voluntarios en un primer llamado.