"El Real Betis (club del que procedía), el Rayo Vallecano y Zozulya alcanzaron un acuerdo para que el jugador ucraniano rescinda su contrato de cesión con la entidad madrileña", comunicó el club de Vallecas, que juega en la segunda división española.
Por su parte, el Real Betis, club sevillano de primera división, informó de que Zozulya seguirá entrenando con el resto del equipo a pesar de que el jugador no puede participar en competición oficial porque sus derechos federativos fueron traspasados al Rayo Vallecano.
Zozulya, que representó a Ucrania en la pasada Eurocopa, es un admirador confeso de Stepán Bandera, el histórico líder de la organización paramilitar Ejército Insurgente Ucraniano (UPA), que colaboró con el régimen nazi.
Además, Zozulya es conocido por ser un ferviente defensor de la acción del Ejército ucraniano en la llamada operación antiterrorista (ATO) en el este de Ucrania y por haber llevado a cabo campañas para ayudar a la financiación del Batallón Azov y de la Brigada del Aire número 25 del Ejército ucraniano.
¿Futbolista o nazi? Delantero ucraniano genera una nueva polémica en #España https://t.co/qcn2bukA9M pic.twitter.com/NVz5Ih9GvI
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 1 февраля 2017 г.
"Estamos en contra de la incorporación de Zozulya como jugador del Rayo Vallecano porque se trata de una persona que colaboró en la financiación de grupos paramilitares neonazis en Ucrania", manifestó la Plataforma de Agrupación de Peñas del Rayo Vallecano tras anunciarse su fichaje.
La cesión de Zozulya al Rayo Vallecano fue anunciada el 31 de enero, pero las protestas de la afición y las dudas del jugador sobre las garantías para su seguridad hicieron que el 1 de febrero el delantero volviera a Sevilla, quedando paralizada su incorporación.
Finalmente, este jueves las tres partes implicadas anunciaron la rescisión de la vinculación entre Zozulya y el club madrileño, poniendo fin a un episodio que despertó una gran polémica en España incluso más allá del ámbito deportivo.