La operación, denominada Varredura (Barrida), se realizó a petición de los gobiernos de cinco estados brasileños después de diversos motines y matanzas entre presos que dejaron decenas de muertos a principios de año.
Entre los presidios registrados están los Anísio Jobim (Manaos), Alcaçuz (Natal) y Monte Cristo (Boa Vista), donde se registraron más muertes debido a enfrentamientos entre facciones rivales del narcotráfico.
Según informó el ministerio de Defensa cerca de 4.000 hombres de la Marina y del Ejército participaron en las diez primeras operaciones, realizadas entre el 17 de enero y el 4 de marzo.
Se usaron equipamientos modernos, como detectores de rayos X y de metales, que fueron utilizados previamente en eventos como el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016.