Europa analiza tres respuestas a los posibles cambios en la política comercial de EEUU, señala la autora del artículo, Cerstin Gammelin:
- Que cada país de la UE subsidie a sus empresas para que no realicen gastos adicionales en aranceles y conserven su competitividad; esta opción, señala el autor, sería un golpe bajo al presupuesto de los países europeos.
- Demandar a EEUU ante la Organización Mundial de Comercio (OMC); en este caso, la solución podría tardar varios años en llegar, además de ser incierta.
- Aumentar los aranceles a los productos exportados por EEUU a Europa; esta opción es, sin embargo, difícil de aplicar. Para lograrlo, se necesita el visto bueno de la OMC y de cada uno de los miembros de la Unión.
4 de febrero 2017, 01:00 GMT
En ese sentido, para Europa es más beneficioso sentarse a negociar con Trump. La canciller alemana, Angela Merkel, ha evitado ser severa en sus declaraciones antes de reunirse con el líder norteamericano, esperando encontrar un compromiso entre las partes. Al mismo tiempo, el consejero económico de Trump, Peter Navarro, ha señalado que el saldo negativo del balance comercial de EEUU con Alemania es "un problema serio".
Trump, destaca el autor, quiere negociar por separado con cada país de la UE, restándole poder a la organización. Merkel no está de acuerdo con ese esquema, pero no le será fácil convencer a Trump de cambiar su posición, dice para concluir el experto.