"En Chile las mujeres no tenemos derechos reproductivos, no tenemos derecho al aborto y recién se discute una ley mínima que sólo responde al 3% de las necesidades", criticó Brito.
La Coordinadora Ni Una Menos se sumó el 8 de marzo al paro de labores femenino, que se extiende a nivel internacional "por la necesidad de enfrentar juntas la violencia machista" y promover "los derechos de la mujer trabajadora".
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la organización además convocó al país sudamericano a una protesta masiva por las calles céntricas de Santiago y en regiones.
Respecto a los crímenes de odio hacia la mujer, el país posee "una ley sumamente acotada", que solo considera como feminicidio los asesinatos cometidos dentro de una relación conyugal o de pareja.
La lucha de Ni Una Menos en Chile se enfoca en adecuar la legislación vigente para que el homicidio de una mujer sea considerado feminicidio en cualquier circunstancia, "solo por el hecho de ser mujer", más allá del contexto familiar o marital.
Uno de los ejes del programa de Gobierno de Michelle Bachelet en torno a la materia fue ampliar la ley de violencia intrafamiliar más allá del techo común, a todo tipo de vínculos, además de la creación de una ley de feminicidio.
"Creemos necesaria una ley de emergencia en contra de la violencia hacia las mujeres, financiada por el impuesto progresivo a las grandes fortunas", apuntó.
En esta línea, expresó que la institución oficial "no se ha organizado en torno a las demandas" del movimiento social.
Al 9 de febrero pasado, se contabilizaron en Chile 6 feminicidios consumados y 17 frustrados en lo que va de año.
En 2016, en tanto, la cifra de mujeres víctimas de feminicidio fue de 34.