La expresidenta dejó constancia de la "persecución judicial y mediática que no registra antecedentes en el país" en su alegato.
Junto a sus hijos, la exmandataria está imputada en este caso bajo la sospecha de haber recibido sobornos a través del pago de alquileres de los hoteles que pertenecen a Los Sauces, a cambio de que empresarios afines fueran favorecidos con contratos de obra pública.
Ante una acusación "descabellada", la expresidenta no descartó acudir a la Corte Suprema y ante organismos internacionales ante lo que espera será su seguro procesamiento por parte del juez.
También "cobraron impulso" otros expedientes que ya existían contra ella, como el de la sociedad hotelera Hotesur, "que luego fueron ampliamente difundidas a través de un aparato de propaganda que solo registra comparaciones con el que tuvieron a su disposición gobiernos totalitarios", señaló.
"Pese que el panorama descripto resulta en verdad escandaloso, lo afronto como una ciudadana más", aseguró la exmandataria, y recordó que pese a dejar el Gobierno, no buscó en ningún momento ocupar un cargo que le diera fueros.
En octubre del año pasado fue citada en la causa que investiga las operaciones de venta de dólar a futuro.
Posteriormente debió presentarse ante el juez federal Julián Ercolini en el caso que indaga sobre las supuestas irregularidades en la concesión de proyectos de obra pública durante su Gobierno, causa en la que está procesada desde diciembre pasado.