El despliegue del sistema empezó un día después del lanzamiento de cuatro misiles balísticos por parte de Corea del Norte, tres de los cuales aterrizaron en la zona económica exclusiva de Japón.
El sistema THAAD está diseñado para detectar misiles balísticos con radar terrestre e interceptarlos a una altura de entre 40 y 150 kilómetros. El sistema incluye un radar TPY-2 TM, seis lanzaderas, 48 misiles interceptores y un puesto de mando.
Tanto Washington como Seúl afirmaron que el THAAD solo pretende contrarrestar la amenaza norcoreana, pero Pekín y Moscú sospechan que el verdadero objetivo de EEUU es monitorear las defensas chinas y rusas. Japón apoyó el emplazamiento de las baterías subrayando que contribuirá a la paz y estabilidad de la región.