A finales de diciembre de 2016, las tropas sirias tuvieron que abandonar Palmira tras un asalto a gran escala lanzado por los terroristas de Daesh o autoproclamado Estado Islámico (grupo terrorista prohibido en Rusia y muchos otros países).
Tras retomar la ciudad, los yihadistas avanzaron 90 kilómetros en dirección a Homs donde ocuparon ventajosas posiciones y establecieron control sobre los campos de gas y petróleo de Al-Shaer y Jazal.
El pasado jueves 2 de marzo, el Ejército sirio volvió a arrebatar Palmira a los terroristas de Daesh.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
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Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh y el Frente al Nusra, esta última también proscrita en Rusia y otros países.


