Ya en el aeropuerto, el embajador norcoreano señaló que este tipo de medidas afectan las relaciones entre ambos países.
El embajador añadió que la investigación en torno a la muerte del ciudadano norcoreano, que desató el conflicto diplomático, no era imparcial y sus resultados estaban claros a priori.
Anteriormente la ministra de Relaciones Exteriores de Malasia, Anifah Aman, envió un mensaje a la embajada de Corea del Norte declarado este estatus al representante diplomático e informándole que debía abandonar la nación en un plazo de 48 horas.
El difunto supuestamente era hermanastro del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, quien llegó a Malasia el 6 de febrero procedente de Macao, donde residía desde principios de la década del 2000 junto con su segunda esposa y dos hijos.
Corea del Sur declaró desde el principio que la muerte de Kim Jong-nam es obra de los "agentes de Pyongyang".