Aunque existen numerosas maneras de promover el cambio de poder en un país, por lo que parece, en el caso de Corea del Norte es posible aplicar solo una opción: una intervención militar, asevera.
¿Guerra relámpago?
El autor prosigue asegurando que, de hecho, un ataque contra "el régimen más vil del mundo" puede resultar en un desastre total. Entonces Kazianis se pregunta, ¿si Washington decidiera atacar Corea del Norte, cómo se vería la acción militar contra este país asiático?
Desde su punto de vista, primero Washington aumentaría significativamente el número de sus activos militares cerca de las fronteras norcoreanas, esto también supone un aumento de la cantidad de tropas norteamericanas en el territorio de Corea del Sur.
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Represalia de Pyongyang
Además, Corea del Norte tendría razones para lanzar una guerra nuclear. Una vez Washington decida que llegó el momento de acabar con el régimen norcoreano, Pyongyang no tendrá ninguna razón para contenerse. Mientras se discute la posibilidad de que Corea del Norte sea capaz de golpear el territorio continental de EEUU, Pyongyang sí puede atacar Seúl y Tokio.
"Kim sabe bien que no resistirá una invasión [contra su país], puede que decida llevarse consigo tantas vidas como sea posible", considera el autor.
Asimismo, las tropas norcoreanas pueden disponer de otras armas de destrucción masiva, por ejemplo, armas químicas.
"Imaginen el escenario de pesadilla que supone el uso de un lote pequeño de armas químicas. Solo un puñado de estas armas lanzadas contra Seúl puede provocar un pánico que no ha sido visto desde los atentados del 11S. Hay que evitar cualquier ataque contra blancos civiles con estas armas amenazadoras", manifestó.
Recordó que hay muchos otros efectos inesperados de un ataque militar: Pyongyang puede activar sus células durmientes para llevar a cabo un ataque parecido al de Charlie Hebdo en Corea del Sur o Japón, o explotar 'bombas sucias' en el territorio enemigo.
Estos escenarios todavía no incluyen los costes de reconstrucción de Corea del Norte a raíz de un conflicto devastador ni tiene en cuenta la posibilidad de que Pekín intervenga.
Cabe subrayar, escribe, que el gobierno norcoreano ha tenido seis décadas para planear una respuesta a cualquier tipo de invasión.
"Creo que toda Asia estará de acuerdo en que las negociaciones sobre la desescalada en el península de Corea serían una buena idea para todos. Esperemos que 2017 sea el año cuando estas se realicen ya que una crisis real norcoreana sería aterradora", concluyó.