"A nadie puede ni debe interesarle que derivemos hacia una confrontación abierta con Turquía en el sentido más amplio, con el Gobierno, el Estados y, ante todo, la sociedad turcas", dijo en una rueda de prensa el portavoz de la diplomacia alemana, Martin Schäfer.
Las relaciones entre Alemania y Turquía volvieron a crisparse después de que el corresponsal del diario germano Die Welt, el alemán de origen turco Deniz Yücel, fuese detenido en Estambul a mediados de febrero y acusado de "propaganda terrorista" tras publicar e-mails de un ministro turco y yerno del presidente Recep Tayyip Erdogan.
El Gobierno de Angela Merkel exigió a las autoridades turcas liberar al periodista y respetar la libertad de los medios.
El embajador turco en Berlín, Hüseyin Avni Karslioglu, fue invitado a la sede del Ministerio de Exteriores alemán para discutir sobre esa detención.
Además, fue anulado un discurso del ministro de Economía de Turquía, Nihat Zeybecki, programado para el próximo domingo en la ciudad de Colonia.
El titular de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, acusó a Alemania de mantener una política de doble rasero hacia Turquía, al recordar que el año pasado Berlín canceló una reunión del presidente Erdogan con la comunidad turca en Alemania, pero dio permiso a una reunión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito por Ankara como organización terrorista.