La víspera un juzgado de Estambul dictaminó que Yucel permanecerá en prisión mientras se investiga su caso.
"La visión del señor (presidente de Turquía) Erdogan de la libertad de los medios de información, al parecer, difiere de forma radical de la nuestra", destacó Maas.
El ministro alemán subrayó que el trato que se le está dando a Yucel resulta "inaceptable", y la detención de periodistas es contraria a la postura alemana de priorizar el derecho y la libertad de prensa.
Maas llamó a Ankara a liberar al periodista y a otros miembros del mismo gremio, retenidos de forma ilegal en Turquía, pues, en caso contrario, "el acercamiento con la UE resulta casi imposible".
El conflicto mediático entre Ankara y Berlín comenzó en abril de 2016, cuando la canciller federal alemana, Angela Merkel, aceptó abrir, a petición de Turquía, un proceso judicial al humorista Jan Böhmermann.
A inicios de octubre de 2016 la Fiscalía de la ciudad alemana de Maguncia cerró el caso penal contra Böhmermann, al explicar que "las acciones delictivas no fueron comprobadas con certeza necesaria".
El abogado de Erdogan posteriormente intentó apelar, pero su recurso fue desestimado.
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Entre los otros motivos de empeoramiento de las relaciones entre Turquía y Alemania se encuentran el reconocimiento en 2016 por parte de esta última del genocidio de armenios que tuvo lugar en el Imperio Otomano 100 años antes.
Ankara tampoco quedó conforme con el apoyo que le brindó Berlín tras la intentona golpista que tuvo lugar en julio de 2016.