'Israel-Palestina: dos culturas, dos pueblos, ¿un estado?'
El 15 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se reunieron por primera vez. En la rueda de prensa final, remarcaron la larga amistad que los une y fijaron posición sobre varios temas que sacudieron a la comunidad internacional.
El principal: el posible apoyo de Estados Unidos a una solución de un solo estado y no de dos, como se viene trabajando en los distintos ámbitos internacionales. "En relación con la discusión sobre dos estados o un estado, me gusta la que ambas partes prefieran. Puedo vivir con cualquiera de las dos", dijo Trump.
"Eso no se ha implementado por las autoridades israelíes y prácticamente creo que ni siquiera es algo que haya estado presente desde la guerra del 67 por una razón muy simple: porque de acuerdo a aspectos demográficos, la población de Palestina llegaría a ser superior a la población judía israelí y en consecuencia si este estado es absolutamente democrático y contiene a toda la población palestina y hay elecciones, lo más probable es que gane un primer ministro que sea de origen palestino y con eso se pierde el estado judío", afirmó Caro.
Si bien los acuerdos de Oslo de 1993 fueron un paso hacia la posibilidad de existencia de dos estados, Israel continuó los asentamientos de colonos judíos en territorios palestinos.
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En diciembre de 2016, la ONU aprobó una fuerte condena estos asentamientos. Por primera vez, Estados Unidos se abstuvo de vetar la resolución, lo cual significó una fuerte presión internacional sobre Israel.
Más allá de la solución de uno o dos estados, sobre la situación de los asentamientos y del eventual traslado de la embajada a Jerusalén, hay un hecho que para Caro marca claramente el rumbo Trump.
"La señal más elocuente tiene que ver con el nombramiento qdel embajador de Estados Unidos en Israel, que representa el ala más ultra ortodoxa. Con eso se estaría de alguna manera manteniendo y alimentando un gobierno de extrema derecha en Israel", opinó Caro.
Se refería a David Friedman, abogado hijo de un rabino ortodoxo, partidario de políticas totalmente contrarias a las de Barack Obama: apoya a los colonos judíos y se opone a la independencia palestina.