El diplomático británico realiza una visita al país desgarrado desde 2014 por violentos enfrentamientos que han causado una crisis humanitaria.
"Las partes del conflicto deben seguir prestando el acceso humanitario; esto significa también acceso a los puertos para que las importaciones necesarias puedan entrar en Yemen", dijo O'Brien en un comunicado.
Los rebeldes del movimiento Ansar Alá controlan gran parte del territorio del país, incluidos varios puertos en el mar Rojo y la capital.
El británico advirtió que siete millones de yemeníes se enfrentan a un grave riesgo de hambruna.
"En Aden y las provincias aledañas necesitan asistencia humanitaria 3,1 millones de personas, dos tercios de ellas requieren alimentos con urgencia", alertó.
El alto funcionario se reunió en Aden con el presidente legítimo Abdo Rabu Mansur Hadi y en Saná con los representantes de los rebeldes hutíes.
Desde 2014 Yemen es escenario de graves choques entre los rebeldes hutíes y los partidarios del expresidente Alí Abdalá Saleh, por una parte, y las fuerzas leales al presidente Hadi, por otra.
Desde marzo de 2015 una coalición de países del Golfo Pérsico y África del Norte liderada por Arabia Saudí apoya al actual mandatario y bombardea las zonas bajo control de los hutíes.