El 2 de enero Associated Press publicó un corto artículo sobre las personas que están muriendo de hambre en el norte de Yemen a raíz del bloqueo —iniciado por la coalición militar, liderada por Arabia Saudí y apoyada por EEUU— que ayuda a las fuerzas gubernamentales a luchar contra los rebeldes hutíes.
De acuerdo con el conservador americano Daniel Larison, la responsabilidad de la coalición ante tales condiciones es aún mayor que la que se apunta en el artículo.
Aparte de este bloqueo, la coalición ha destruido los principales puertos, carreteras y puentes que eran claves para suministrar comida y ayuda humanitaria.
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El mes pasado, el así llamado gobierno ‘legítimo' de Yemen, anunció sus planes de trasladar el Banco Central del país árabe a la ciudad de Aden, ubicada en el sur y que aún permanece bajo el control de fuerzas leales al presidente.
"Eso dificultó para los importadores la posibilidad de alcanzar el financiamiento necesario para los suministros. A raíz de esta decisión, un poco antes del fin de 2016 las principales compañías comerciales cesaron sus importaciones a Yemen. Eso empeoró la situación aún más", enfatizó.
Muchos observadores de los derechos humanos se quejan de que el de Yemen se ha convertido en un conflicto olvidado.
Mientras los medios mainstream se dedican solo a publicar un montón de artículos sobre Siria, existe un gran peligro de que gracias a su silencio, la catástrofe humanitaria en Yemen se convierta en un genocidio.