"En el estudio preliminar de la viabilidad del proyecto del anillo energético asiático examinamos las variantes del puente energético Rusia-Japón en el territorio ruso que requiere unas inversiones de 1.970 millones de dólares", dijo.
Añadió que el japonés Softbank (Japón) calculó en pasado agosto las inversiones para el cableado submarino en 5.240 millones de dólares.
Hace dos meses, Budarguin precisó que para la realización de este proyecto hay que hacer frente a ciertas dificultades, porque la idea entra en conflicto con la legislación japonesa, que prohíbe la importación de la electricidad.
Por otra parte, Japón no dispone de reservas propias de hidrocarburos y después del accidente en la planta nuclear de Fukushima —el peor desde el de Chernóbil— el Gobierno nipón decidió congelar casi por completo la producción de energía nuclear del país.
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En este contexto, Rusia dispone de recursos suficientes como para exportar electricidad a Japón y satisfacer así las necesidades energéticas del país asiático.