Sputnik ha recopilado una lista de las cinco cosas más curiosas acerca de esta emoción.
Los zurdos sienten más miedo
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad Queen Margaret de Edimburgo (Escocia), los zurdos son más temerosos que los diestros. La investigación reveló que, después de enfrentar acontecimientos que causan pavor, como ver una película de terror, los zurdos tenían comportamientos (aunque sutiles) similares al de personas que sufren trastorno de estrés postraumático.
Según National Geographic, cuando una persona vive una situación que provoca esta sensación de temor, una serie de reacciones distintas se desencadena en su organismo. El miedo causa un aumento de la presión arterial, de la tensión muscular, de la velocidad del metabolismo, de la glucosa en la sangre y de la adrenalina. Además, las funciones no esenciales se detienen y hay una mayor dilatación de la pupila.
El temor a las alturas empeora con el paso de los años
Estudios han sacado a la luz que el miedo a las alturas a menudo comienza, o empeora, con el transcurrir de los años. Según Kevin Gournay, profesor emérito del Instituto de Psiquiatría del King's College de Londres, esto se debe en gran medida a nuestro sentido del equilibrio. A medida que una persona envejece, el equilibrio tiende a deteriorarse y es probable que uno se sienta más vulnerable físicamente.
Según Psychology Today, únicamente hay cinco miedos básicos, que son la base de casi todos nuestros otros temores: la extinción (el miedo de dejar de existir), la mutilación (el de perder cualquier parte de nuestra estructura corporal), la pérdida de autonomía (temor a ser dominado por circunstancias ajenas a nuestro control), la separación (miedo al abandono y al rechazo) y la muerte del ego (el pavor a la humillación y a la vergüenza).
Algunas personas son incapaces de sentirlo
El cuerpo amigdalino es la estructura cerebral responsable del sentimiento de miedo. Pese a que los científicos han tenido dificultades para probar tal teoría completamente, individuos que padecen enfermedades que afectan a esa región cerebral pueden dejar de sentir cualquier tipo de miedo.