"Con esto está ya claro que el informe de McLaren era un encargo político", escribió Pushkov en su cuenta de Twitter.
El canadiense publicó el 18 de julio de 2016, a menos de 20 días del inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la primera parte de su informe en el que involucró al Estado ruso en un presunto programa de dopaje.
La WADA se valió de este controvertido dosier para recomendar al COI suspender a toda la selección rusa de las Olimpiadas.
En cambio, el Comité Paralímpico Internacional bloqueó la participación de Rusia en los Juegos Paralímpicos de Río.
El 9 de diciembre de 2016, McLaren fue más allá y acusó esta vez a más de 1.000 atletas rusos de estar supuestamente implicados en las manipulaciones de las pruebas de dopaje o beneficiarse de las mismas.
Tanto el Ministerio de Deporte ruso como el Kremlin rechazaron todas acusaciones por "infundadas".