"Considero que el triunfo de la justicia es parcial y a partir de ahora hay que conseguir que de hecho las acusaciones que nos fueron hechas sean desmentidas y cualesquiera sanciones impuestas por las federaciones internacionales sean abolidas", dijo a R-Sport el jefe adjunto del Comité Olímpico Ruso Stanislav Pozdniakov.
Pozdniakov reiteró también la disposición de Rusia de colaborar en el esclarecimiento del caso.
"Si las personas involucradas en las pesquisas contactaran con el Comité de Investigación, el proceso se aceleraría", subrayó.
Anteriormente el jefe general del Comité Olímpico Internacional (COI), Christophe de Kepper, informó que la WADA admitió que en muchos casos las pruebas presentadas en el informe de McLaren son insuficientes para imponer sanciones contra los atletas rusos por el supuesto dopaje.
El pasado 18 de julio, tras una investigación de dos meses, McLaren, jefe de una comisión de la WADA, emitió la primera parte de su informe que acusó al Estado ruso de promover un supuesto sistema de dopaje en las Olimpiadas de Sochi 2014.
A raíz del informe, toda la selección paralímpica de Rusia, así como los combinados nacionales olímpicos de halterofilia y atletismo (salvo una deportista, Darya Klishina, quien se entrena en EEUU) fueron suspendidos en los Juegos de Río de Janeiro 2016.
Tanto el Ministerio de Deporte ruso como el Kremlin rechazaron todas acusaciones por "infundadas".
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A finales de noviembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó una ley que establece responsabilidad penal por incitar a los deportistas al dopaje.